- Reúne a 72 especialistas en el tema, así como a protagonistas del suceso
El 2 de octubre de 1968 es un hecho universal: “Es el día en que los jóvenes decidieron que son capaces de cambiar el mundo”, dictó el historiador Enrique Semo en su ponencia magistral “1968: 50 años después”, con la cual inició el Congreso Memoria y Miradas sobre el 68, una jornada de dos días que reúne a especialistas en el tema, así como a protagonistas de tal suceso.
Al inaugurarlo, en el Salón Barroco del Edificio Carolino, el vicerrector de Investigación y Estudios de Posgrado, Ygnacio Martínez Laguna, señaló que “tan importante suceso no podía pasar inadvertido, por lo que la BUAP abre un espacio de análisis para recibir testimonios de algunos de los protagonistas de los hechos, hoy reconocidos docentes e investigadores de instituciones del país, para que su experiencia se vincule con los estudiantes que solo tienen referencias bibliográficas de los mismos”.
Recordó que en este camino, en 2013 la Institución fue anfitriona del Congreso Internacional “A 45 años del movimiento estudiantil de 68”, del cual derivaron dos tomos del libro Historia y memoria de los movimientos estudiantiles. Precisó que si bien se trata del movimiento estudiantil más investigado, en este año han surgido trabajos que enriquecen su significado y sus repercusiones, los cuales se conocerán gracias a la participación de 72 ponentes de diversas disciplinas y universidades, quienes presentarán resultados de sus investigaciones, en 13 mesas.
“Las definiciones sobre el 68 deben enmarcarse, además, en el contexto global de la Guerra Fría y las luchas de los universitarios en diferentes ciudades del mundo, en un contexto de polarización ideológica, por lo que resulta particularmente importante conocer el producto de las investigaciones más recientes sobre este complejo tema”, expresó.
En el primer día de este congreso, Semo Calev, doctor en Historia Económica por la Universidad Humboldt de Berlín, invitó a los asistentes a tener una mirada crítica sobre el 68 y plantearse preguntas básicas para llegar a verdades.
En su opinión, la construcción del movimiento de 1968 es un modelo de movimiento social que forma parte de las luchas en México, expresadas en muchas ocasiones: surge desde abajo y es capaz de organizarse rápidamente.
Tras señalar que el 68 no fue un hecho aislado en la historia nacional y mundial, refirió que en el caso de México tuvo antecedentes en los años 1961-1963, en la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo, en su lucha por una universidad crítica, científica y popular; y en 1961, en la entonces Universidad Autónoma de Puebla, por la autonomía universitaria, la educación laica y gratuita, y su simpatía con la Revolución Cubana. Así también, en los movimientos obreros, en 1956, por aumento salarial y democratización de los sindicatos; y unos años más tarde, el de los ferrocarrileros.
De aquí, que “la lucha democrática en México duró mucho tiempo y comprendió varias partes del país”, afirmó.
Además de la participación de los 72 ponentes, durante el Congreso Memoria y Miradas sobre el 68 -organizado por el Cuerpo Académico Historia de las Prácticas Políticas: Género e Identidad, de académicos de la Facultad de Filosofía y Letras y del Instituto de Ciencias Sociales y Humanidades- habrán tres conversatorios con la intervención de algunos protagonistas del 68, de la BUAP, UNAM e IPN; la presentación de cuatro libros de reciente edición, y la exhibición del cortometraje Mujeres 68: entre tintas y palabras.
Los años 60 en México: la década que quisimos tanto, de José René Rivas Ontiveros; El 68 en Sinaloa. Una lucha por la democracia, de Sergio Arturo Sánchez Parra; María Fernanda Campa Uranga. Geología y revolución, de Gloria A. Tirado Villegas; y De la protesta callejera a la lucha por otro mundo posible, de Guillermo Palacios, son los cuatro libros que serán presentados.
Con la asistencia de los directores de la Facultad de Filosofía y Letras y del Instituto de Ciencias Sociales y Humanidades, Ángel Xolocotzi Yáñez y Francisco Vélez Pliego, así como de los historiadores Enrique Semo Calev y Gloria Tirado Villegas, así como de académicos y estudiantes, se llevó a cabo la inauguración del congreso, en el Salón Barroco del Edificio Carolino.