Alumnas de la BUAP preparan a personas con discapacidad para que sean autosuficientes

• Han participado en actividades que han beneficiado a cerca de 20 familias en la zona de impacto del Complejo Regional Sur

Para apoyar a grupos vulnerables del municipio de Tehuacán, estudiantes del Complejo Regional Sur de la BUAP participan en diversas actividades cuyo objetivo es capacitar a niños, jóvenes y adultos en sillas de ruedas, con el fin de que sean autosuficientes en su vida cotidiana.

          Sarai Villanueva Tomasa, Alma Sánchez Alvarado y María del Carmen González, alumnas de la Licenciatura en Ciencias de la Comunicación de este campus, realizan dicha labor, como parte de las acciones del grupo Unidos Derribando Barreras, del cual forman parte. Este colectivo, fundado por la organización internacional Vida Independiente, busca promover entre la comunidad la inclusión de personas con discapacidad.

          “Buscamos a gente que se encuentra en esta situación para que salgan de casa, convivan con otras personas y se motiven; los invitamos a participar en cursos en los que les enseñamos a utilizar unas sillas de ruedas especiales –de menor peso para una mejor movilidad-, que les son entregadas por parte del grupo”, explicó Sarai Villanueva.

          Para colaborar en estos cursos, las universitarias recibieron una capacitación en la cual aprendieron cómo funcionan las sillas, para mostrar cómo los usuarios de estas podrían subir una rampa o una banqueta con mayor facilidad. Además, trabajan en la logística y organización de los talleres, así como en la realización de videos en los que difunden las experiencias de los participantes, quienes relatan cómo se han beneficiado con estas acciones.

           “Les preguntamos cómo era su vida antes de llegar a este grupo y de qué forma ha cambiado. Lo que queremos mostrar a la sociedad es la fortaleza y las ganas de salir adelante que tienen estas personas, ya que muchos de ellas trabajan vendiendo cosas para apoyar económicamente a sus familias”, señaló Sarai.

          A un año de haber comenzado a trabajar con el grupo, las estudiantes han participado en actividades que han beneficiado a cerca de 20 familias. Por ello, manifiestan estar orgullosas de formar parte de esta labor que tiene un impacto significativo en la comunidad.