- “Hagamos visible lo invisible: el poder del lenguaje incluyente y no sexista”, conferencia en la Preparatoria Emiliano Zapata
“Los estereotipos califican a varones y mujeres como si fuéramos todos iguales. Ambos somos desiguales y diferentes: eso nos hace iguales”, señaló Amparo Yadira Coronado Zavala, durante su conferencia “Hagamos visible lo invisible: el poder del lenguaje incluyente y no sexista”. Esta charla, parte de la campaña institucional Mujeres que inspiran, en el marco del Día Internacional de la Mujer, expuso las formas de sexismo en el lenguaje, así como las maneras de erradicarlas.
La académica, máster en Género y Derecho. Políticas Públicas contra la Desigualdad Sexual, por la Universidad Autónoma de Barcelona, destacó que en tanto agente socializador que mantiene una relación dialéctica con el pensamiento, el lenguaje es una muestra de la composición de la sociedad. En ese sentido, este es susceptible a deconstruirse en la medida que representa un constructo social; en otras palabras, su composición arbitraria permite que sea analizado y debatido.
Ante estudiantes de la Preparatoria Emiliano Zapata de la BUAP, señaló que existen corrientes feministas vinculadas a teorías críticas del pensamiento, con la finalidad de cuestionar las normas gramaticales que históricamente se han tomado como correctas e inamovibles. Sobre todo, el interés de esta postura es hacer frente a los estereotipos del lenguaje, los cuales dan un tratamiento diferenciado a hombres y mujeres.
Una muestra de este tipo de señalamientos a través de la lengua, expuso, son los discursos que se emiten ante personas que se separan de los roles socialmente establecidos para ellos: mujeres que abrazan de forma abierta su libertad sexual, o bien, hombres que no cumplen con la imagen hegemónica de la masculinidad. En ambos casos, los individuos suelen ser señalados como “diferentes” mediante refranes, insultos, proverbios, chistes, piropos e incluso canciones.
“¿Qué hacer ante un chiste sexista? Después de la risa, hay que deconstruir porqué es gracioso. Nos hace gracia, pero nos ofende muchísimo”, aseveró la especialista, quien impartió el módulo relativo a Lenguaje Incluyente del Diplomado Género e Igualdad, además de formar parte del webinar Universidad sin violencia, ambas actividades organizadas por la BUAP.
Estas prácticas lingüísticas, así como la inferiorización e invisibilización en el discurso, son reflejo de un sexismo latente en la sociedad. Al respecto, Coronado Zavala explicó a los jóvenes que este fenómeno consiste en la desvalorización de un sexo por medio de la sobrevaloración positiva del otro. Si bien el machismo es la expresión de esta conducta en la cual se privilegia al hombre, indicó que su contraparte no es el feminismo.
Por ello, distinguió entre hembrismo y feminismo. Mientras que el primero se rige bajo los principios del sexismo, el segundo se trata de un modelo teórico, metodológico y político que busca la igualdad entre hombres y mujeres. Debido a ello, hace una apuesta por un uso del lenguaje que dé cuenta de la diversidad social y equilibre las asimetrías de género.
Finalmente, declaró que la lengua por sí misma no es sexista, sino su uso en contextos y formas determinados. Por esta causa, la discriminación en general no es el campo en el que el lenguaje incluyente busca incidir, sino en la discriminación de trato, “una práctica cotidiana que consiste en dar un trato de desprecio inmerecido a una persona o grupo”, apuntó. Este tipo de discriminación, si bien histórica y estadísticamente ha excluido a las mujeres, también ha ejercido violencia sobre personas con discapacidad, quienes viven bajo estereotipos que los limitan.