Mario García Carrasco, Investigador Emérito por su labor en el estudio de enfermedades autoinmunes

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Domingo, Abril 3, 2022
  • Ha dedicado una vida a formar cuadros de especialistas en Reumatología para lograr un impacto positivo en la calidad de vida de los pacientes con patologías como Lupus y artritis, entre otras
  • Con el académico de la Facultad de Medicina, la BUAP suma ocho Investigadores Eméritos del SNI del Conacyt

Los reconocimientos obtenidos durante la vida profesional no son sólo producto de un esfuerzo personal; lo son también del trabajo de maestros, alumnos, colegas, compañeros, familia e instituciones, así lo reconoce el doctor Mario García Carrasco, distinguido recientemente como Investigador Emérito en el Sistema Nacional de Investigadores (SNI) del Conacyt, por su prominente desempeño científico y académico.

Con esta distinción suman ocho los científicos de la BUAP reconocidos como  Investigadores Eméritos: Rafael Sánchez Vázquez, de la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales; Pedro Félix Hernández Ornelas, John Gerald Mraz Sikes y John Patrick Holloway, del Instituto de Ciencias Sociales y Humanidades; Gonzalo Flores Álvarez y Enrique Soto Eguibar, del Instituto de Fisiología; Felix Izrailev, del Instituto de Física “Luis Rivera Terrazas”; y por supuesto, Mario García Carrasco, de la Facultad de Medicina.

Ser distinguido como Investigador Emérito implica un reconocimiento al quehacer científico, tecnológico, humanístico y de innovación de los candidatos, así como sus aportaciones e incidencia de su obra en la atención y solución de problemáticas nacionales. De igual forma, se toma en cuenta la participación en la formación de recursos humanos profesionales, grupos de trabajo y redes de investigación, lo que deriva en el fortalecimiento de las vocaciones científicas.

El trabajo del doctor García Carrasco se enfoca en enfermedades reumáticas autoinmunes, como lupus eritematoso sistémico (LES), artritis reumatoide, síndrome de Sjögren (SS), esclerodermia, miopatías inflamatorias autoinmunes, síndrome antifosfolípido (SAF) y su relación con enfermedades de relevancia para la salud pública, como infección por virus del papiloma humano, enfermedad cardiovascular y osteoporosis, entre otras patologías.

Su labor médica y como docente e investigador ha tenido un impacto directo en la calidad de vida de muchos pacientes en Puebla, la región y el país. El diagnóstico temprano y tratamiento oportuno de las enfermedades reumatológicas, así como la publicación de sus investigaciones, abrieron nuevas perspectivas para tratar estas patologías e incidir de manera positiva en la salud y entorno familiar de los pacientes.

“En 1955 la mitad de los pacientes que tenían LES fallecía, actualmente el 85 por ciento consigue vivir por más de 10 años. Esto cambió sustancialmente por el conocimiento sobre la enfermedad, por los avances tecnológicos en laboratorios y por los nuevos tratamientos, como las terapias biológicas; todo esto favorece que crezca el interés por la investigación de patologías de autoinmunidad. En mi caso, la intención siempre es diagnosticar temprano estas enfermedades, no dejar que evolucionen, ni sus complicaciones, todo esto en favor de los pacientes, pero para eso hay que estudiarlas”, asegura.

Una vida llena de vocación

El doctor Mario García Carrasco es originario de Tepexi de Rodríguez y desde niño supo cuál sería su profesión: ser médico. La universidad ha sido testigo de su crecimiento desde que era estudiante de preparatoria, y hoy es un destacado especialista en Reumatología y otras enfermedades autoinmunes, además de ser pionero en el estudio de esta área en la Facultad de Medicina.

Su historia inicia cuando le fue otorgada una beca del gobierno francés en 1983, para realizar una estancia de tres años en el área de Reumatología en el Hospital Lariboisiére, en París, Francia, donde cursó estudios sobre la osteoporosis y permitió sus dos primeras publicaciones como primer autor.

Posteriormente, en 1986 regresó a la BUAP donde se integró como docente y propuso integrar la materia de Reumatología en el plan curricular de la Licenciatura en Medicina. Sus deseos de compartir su conocimiento e impulsar vocaciones han logrado desde entonces formar especialistas en esta y otras ramas de la Medicina.

Su empeño fue respaldado entonces por la universidad al otorgarle una beca para estudiar en la Universidad Autónoma de Barcelona, donde realizó la Maestría en Inmunología, así como el Doctorado en Medicina.

A través de su investigación en el Servicio de Enfermedades Autoinmunes Sistémicas, del Hospital Clínic de Barcelona, García Carrasco obtuvo el grado de Doctor Cum Laude en 1997 con la tesis Factores víricos, hormonales e inmunomoduladores en la etiopatogenia del síndrome de Sjögren primario. Durante su estancia en Barcelona publicó al menos 70 artículos en conjunto con otros destacados especialistas del área.

Al regresar a la Facultad de Medicina encabezó el Cuerpo Académico de Inmunopatología; su desempeño no se limitó al interior de la universidad, entabló alianzas y colaboraciones con Laboratorios Clínicos de Puebla. Posteriormente, a su grupo se incorporaron los doctores Roberto Berra Romani y Luis Guillermo Vázquez de Lara, actual director de la Facultad de Medicina.

Ha realizado colaboraciones y trabajos de investigación a nivel internacional con otras instituciones, como la Universidad del Rosario, en Colombia, y la FUCS (Fundación Universitaria de Ciencias de Ciencias de la Salud), con quien la BUAP firmó un convenio para que los alumnos de pregrado y posgrado realicen estancias.

El esfuerzo se reconoce

Entre los logros y reconocimientos que ha obtenido el doctor Mario García Carrasco está ser miembro activo del Colegio Mexicano de Reumatología desde 2004 y miembro titular de la Pan American League of Associations for Rheumatology (PANLAR) desde agosto del 2006, año en el que ingresó al Sistema Nacional de Investigadores, logrando el nivel III desde 2014.

En 2016 fue nombrado miembro de la Academia Nacional de Medicina de México, como Académico Numerario en el área de Reumatología, el máximo grado otorgado por este cuerpo consultivo del gobierno federal. Asimismo, en noviembre de ese mismo año ingresó a la Academia Mexicana de Ciencias.

Su desempeño como investigador le ha valido otros reconocimientos internacionales: el Premio del Memorial “Joan Vivancos” al Mejor Trabajo Científico en 2001, en Barcelona, España; y en 2003 el Premio al Mejor Trabajo Clínico otorgado por la European League Against Rheumatism, en Portugal.

Ha sido galardonado, además, con el Premio Estatal de Ciencia y Tecnología 2005 en el área de Tecnologías y Ciencias Médicas, del Consejo de Ciencia y Tecnología del Estado de Puebla; el Premio Anual en Salud Municipal en 2007 y el Premio al Mérito Civil otorgado por el Ayuntamiento de Puebla en 2008. También recibió el Reconocimiento al Compromiso Institucional y Gran Trayectoria Docente 2013 y al Mérito Médico por Actividad en Investigación "Dr. Ivanhoe Gamboa Ojeda" ese mismo año.

Compartir para dejar escuela

El doctor García Carrasco reconoce en sus profesores una influencia importante en su vida. Él busca -como ellos- dejar huella en sus estudiantes, a quienes acoge y orienta en sus vocaciones. Su calidez humana le vale no sólo la transmisión de conocimientos, sino la creación de algunas amistades verdaderas.

Es así como ha dirigido múltiples tesis enfocadas principalmente en enfermedades autoinmunes: cinco de licenciatura, 28 de maestría, dos de especialidad y dos de doctorado. Para complementar esta labor impulsa a sus estudiantes a publicar sus trabajos en revistas científicas, tal y como él lo hace, lo que le representa más de 170 artículos en revistas internacionales indizadas y con factor de impacto, para un índice H de 46. 

También es coeditor de la revista “Reumatología Clínica'', órgano oficial de difusión científica de la Sociedad Española de Reumatología y del Colegio Mexicano de Reumatología; así como de nueve libros y más de 80 capítulos especializados en el campo de la Reumatología y enfermedades autoinmunes.

Su pasión por la Medicina es algo que no se limita a su persona, pues su mayor satisfacción siempre será observar que sus pacientes mejoran y logran seguir sus vidas con mayor independencia y calidad de vida.

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