- Se expusieron propuestas y proyectos en materia de los biocombustibles, creación de celdas solares, construcción de sistemas de almacenamiento de energía y desarrollo de paneles fotovoltaicos, por mencionar algunos temas abordados desde la perspectiva científica
A partir de la función social que tiene la universidad, desde una perspectiva institucional y científica, este día se celebró el Foro La reforma eléctrica y las energías alternativas en la BUAP, con la participación de destacados investigadores, quienes dieron cuenta de sus propuestas en materia de biocombustibles y creación de fuentes de energía alternativa, en las cuales no sólo se aprecia la contribución tecnológica, sino la búsqueda del desarrollo económico y social del país desde una mirada sustentable.
Su inauguración estuvo a cargo del vicerrector de Investigación y Estudios de Posgrado, el doctor Ygnacio Martínez Laguna, en representación de la Rectora Lilia Cedillo Ramírez, quien agradeció la participación no sólo de académicos, sino también de representantes del sector gubernamental, así como de periodistas especializados, para orientar a los interesados en aspectos legales y sociales sobre el tema.
Martínez Laguna recordó que el pasado 30 de septiembre, el presidente de la República presentó la iniciativa de reforma de la ley eléctrica a la Cámara de Diputados, la cual plantea modificaciones a los artículos 25, 27 y 28 de la Constitución. De ser aprobada, la Comisión Federal de Electricidad se convertiría en un organismo de Estado, desapareciendo las subsidiarias. Esto, dijo, ha generado diversas reacciones, pero en la BUAP las propuestas expuestas en este foro no se vuelcan a las dimensiones políticas del tema, sino a las de carácter científico.
“Ubicamos en el programa la participación de connotados colegas de esta institución que durante mucho tiempo han trabajado temas como los biocombustibles, la creación de celdas solares, la construcción de sistemas de almacenamiento de energía o el desarrollo de paneles fotovoltaicos, por mencionar algunos. Todas estas propuestas suman al tema crucial para el desarrollo de nuestro país”, mencionó.
En la inauguración también estuvieron los directores del Instituto de Ciencias, Carolina Morán Raya; del Instituto de Física, Felipe Pérez; y de la Facultad de Ciencias Físico Matemática, Martha Palomino.
Biodiésel, una propuesta innovadora por su proceso
La primera ponencia de este foro estuvo a cargo de la doctora Griselda Corro Hernández, académica investigadora del Instituto de Ciencias (ICUAP), quien expuso el trabajo que realiza para la creación de biodiésel como una alternativa al uso de combustibles fósiles.
Recordó que después de la Revolución Industrial se ha observado el incremento de los niveles del CO2 (Dióxido de Carbono) en el medio ambiente, así como el calentamiento global, el cual desde entonces a la fecha aumentó al doble. La investigadora refirió que las consecuencias de estas temperaturas son alarmantes para el planeta, pues el deshielo de la Antártida es un hecho, lo que genera que los niveles del mar se incrementen, además de generar climas extremos que afectan la actividad agrícola, de la cual dependemos para la alimentación.
Otra de las consecuencias es la generación de ozono y los niveles de concentración de smog, el cual oxida las vías respiratorias con consecuencias nefastas en la salud del ser humano. Todo este panorama, señaló, implica la existencia de una demanda importante de energía, la cual proviene en muchos casos de los combustibles fósiles que intervienen en los procesos para generar petróleo, gas natural y carbón.
Ante esta problemática, la investigadora propone el uso de los biocombustibles, como bioetanol biogás y biodiésel que se generan en cantidades importantes, sobre todo en países de la Unión Europea.
“En México se producen 42.2 millones de litros anuales de biodiésel, el cual se hace a partir de aceites naturales e incluso de la grasa que no se ocupa de algunos animales. No obstante, por su proceso de producción puede llegar a costar hasta 25 pesos el litro, sobre todo por la energía o electricidad que se emplea para calentarlo, por eso es que desarrollamos un proceso que no utiliza electricidad, sino energía solar, además de un catalizador que acelera la reacción. Este catalizador se desarrolla en la facultad, lo hemos probado, incluso en una planta piloto de 50 litros, además de motores y ha tenido muy buenos resultados”.
Por su buen funcionamiento, este proceso se buscó escalar de 300 a 500 litros por día, con un ahorro del 100 por ciento de electricidad, a un costo accesible y con un proceso noble, en frío, lo que reduce los riesgos de quemaduras en su producción, explicó la investigadora, quien afirmó que mediante estudios de laboratorio se comprobó su funcionalidad y fue probado con éxito en motores.
Este biodiésel, dijo, también puede ser empleado para cargar baterías. Todo esto ha permitido obtener la patente del proceso de producción, así como la obtención de un registro de marca. La doctora Corro Hernández no dudó al concluir que el biodiésel que se desarrolla en la BUAP puede ser un camino para mejorar nuestras vidas.
Un modelo de seguridad energética
Otras de las actividades que se llevaron a cabo fue la mesa redonda “La reforma energética 2022”, en la cual participaron el representante de la Comisión Federal de Electricidad, Miguel Alejandro López López; el director General de la Agencia de Energía del Estado de Puebla, Jorge Ermilo Barrera; y la especialista en Derecho Energético de la BUAP, Natalia Gaspar Pérez, quienes expusieron las repercusiones de las últimas reformas, 2008 y 2013, cuyo impacto es la inseguridad energética -como lo prueban los altos niveles de importación de hidrocarburos y gas-, así como la pérdida de soberanía.
Por ello, se pronunciaron por una reforma energética, en la cual se garantice un modelo de seguridad energética con enfoque en los derechos humanos.
Durante el foro La reforma eléctrica y las energías alternativas en la BUAP, organizado por el ICUAP, se habló del calentamiento climático global como la mayor amenaza que hoy tiene la vida en el planeta, en el cual inciden los combustibles fósiles, como el carbono, el principal, el gas natural y el petróleo, entre otros, los cuales representan más del 60 por ciento en la generación de energía eléctrica en México y el mundo.
En 2020 en México la producción de energía primaria -a partir de la cual se produce la energía eléctrica- provino en 65 por ciento de combustibles fósiles, como gas natural (58 por ciento). En la actualidad, las principales fuentes de energía son justamente estos combustibles fósiles, como el carbono, el mayor contaminante generador del cambio climático, con la emisión de carbono, metales pesados, acidificación y sustancias cancerígenas, entre otros; seguido del gas natural y el petróleo.
Por ello, los especialistas se pronunciaron por privilegiar la generación de energía hidroeléctrica, ya que su costo energético está muy por debajo del costo de los combustibles fósiles.
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