- Los participantes coincidieron en que el servicio social es un primer acercamiento con el sector laboral y permite redescubrir intereses
Con miras a la elaboración del Plan de Desarrollo Institucional 2021-2025 de la BUAP, miembros del sector universitario y de diversas asociaciones participaron en la mesa de consulta “Práctica profesional crítica”, en la cual coincidieron que el servicio social es un primer acercamiento con el sector laboral, que permite a los estudiantes familiarizarse con los modelos de trabajo en los que podrían insertarse, expandir sus conocimientos y redescubrir intereses.
En su intervención, José Ramón Eguibar Cuenca, director General de Desarrollo Internacional de la institución, expuso la necesidad de establecer campos de práctica profesional en el ámbito internacional, ya que el intercambio permite formar ciudadanos globales. Para este fin, consideró importante aprender un segundo idioma, tener disposición para conocer otras culturas y fortalecer una formación humana y social. “Sigamos enfatizando en la formación humana y social, en el desarrollo del pensamiento complejo, en una segunda lengua y en el desarrollo de habilidades para el uso de la tecnología y la información”.
Carlos de Castilla Jiménez, coordinador de Práctica Profesional Crítica de la Facultad de Economía, indicó que la práctica profesional y el servicio social son elementos previos a la vida laboral y estos deben tener un enfoque social y humanista. Asimismo, se deben considerar las tendencias laborales a raíz de la pandemia, para potenciar las oportunidades de los estudiantes: liderazgo, adaptabilidad, innovación, roles híbridos y la humanización del trabajo.
Mariana Vaquero Martínez, directora del Complejo Regional Sur, insistió que el servicio social más allá de ser un trámite académico tiene un enfoque social, ya que incide en la calidad de vida de las personas, a través de jornadas de vinculación y proyectos sociales. Además, es un medio en el cual los jóvenes pueden buscar su especialización a futuro.
Mirta Isabel Figueroa Fernández, directora del Centro Universitario de Participación Social, recalcó que se trata de un intercambio de saberes, en el cual se aprende todo el tiempo. Para mejorar el servicio social y práctica profesional propuso tener un diagnóstico actualizado de las regiones en las que se realizan proyectos o investigaciones, establecer sinergias entre profesores y estudiantes que realizan trabajos similares y brindar acompañamiento a los estudiantes.
También participaron expertos del sector empresarial y de organizaciones civiles: Francisca Bautista López, de la jefatura de Desarrollo Académico de la Fundación Educación Superior Empresa; Ana Lorena Narváez Domínguez, especialista en atracción de talentos y diversidad de Volkswagen de México; Gerardo Martínez Hernández, representante de la Agrupación Scout Mexicana, A.C., y Jesús Alejandro Ortiz Cotte, coordinador del Área de Servicio Social del Centro Intercultural de Reflexión y Acción Social, de la Universidad Iberoamericana-Puebla, quienes se sumaron al planteamiento de que la práctica profesional posibilita la relación con su entorno y esta puede disminuir las condiciones de vulnerabilidad.
Recalcaron la importancia de establecer alianzas entre las instituciones de educación superior, empresas y organizaciones civiles; conocer los avances de los grupos de trabajo, establecer vinculación a través de foros y pláticas con las empresas y que las instituciones de educación superior estén dispuestas a recibir sugerencias del sector empresarial para mejorar las competencias de sus estudiantes.
Para brindar un testimonio de la relevancia de la práctica profesional, Daniel Mendoza Chavarría y Valeria Rivera González, estudiantes de Enfermería e Ingeniería Industrial, respectivamente, mencionaron que este les permite expandir sus conocimientos y prepararse para la vida laboral, al tener responsabilidades e involucrarse en temas más allá de sus carreras.
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