“Sin las universidades públicas no habría un progreso en el país”: Jorge Bustamante González
- Miembro del Cuerpo Académico Análisis Matemático, el investigador Nivel III del SNI, se dedica a estudiar, principalmente, la Teoría de la Aproximación
La teoría de la aproximación ha sido durante años la principal línea de estudio de Jorge Bustamante González, investigador adscrito a la Facultad de Ciencias Físico Matemáticas de la BUAP. Dicha vertiente de las matemáticas teóricas está enfocada a desarrollar metodologías que aporten a la solución de ecuaciones, ya que los resultados obtenidos, incluso mediante cálculos computacionales, son aproximados, pero no exactos. Como fruto de sus investigaciones, el académico Nivel III del Sistema Nacional de Investigadores, ha participado en más de 50 congresos internacionales y publicado alrededor de 80 artículos. Asimismo, el sello Birkhäuser, parte de Springer Science+Business Media -una de las principales editoriales de ciencia en todo el mundo- ha publicado dos libros de su autoría.
En su cubículo de la Facultad de Ciencias Físico Matemáticas (FCFM) de la BUAP, Jorge Bustamante González reflexiona sobre las características que debería tener un México ideal, entre ellas, mayor inversión en educación e investigación. Estas dos grandes áreas, vitales para el desarrollo de cualquier sociedad contemporánea, están relacionadas con el campo de acción del académico, quien ha sido catedrático de la Máxima Casa de Estudios en Puebla durante los últimos 20 años.
Antes de incorporarse a la planta académica de la FCFM, se desempeñaba como docente de Matemáticas en la Universidad de La Habana y, anteriormente, como profesor de Filosofía en la Universidad de Oriente, en su natal Santiago de Cuba. Si bien no cursó estudios formales en el área, reconoce que siempre ha tenido una tendencia a la formación autodidacta: “trabajaba ya de profesor de Filosofía en la universidad cuando empecé a estudiar Matemáticas. Era estudiante, pero nada más iba a los exámenes, no iba a clase”, narra.
Su interés por las ciencias exactas se remonta a su juventud, cuando participó en la Olimpiada Nacional de Matemática. Años después, en 1980, se graduó de la Licenciatura en Matemáticas en la Universidad de Oriente y obtuvo el grado de doctor en Ciencias Matemáticas, por la Universidad de la Habana, en 1992. Tras ello, su calidad académica de alto nivel hizo que fuera invitado por la FCFM para formar parte del posgrado en Matemáticas, de inminente creación.
A la par de su labor de enseñanza, el miembro del Cuerpo Académico Análisis Matemático ha invertido una parte significativa de su tiempo en la investigación en temas como ecuaciones diferenciales y topología, pero se ha dedicado principalmente a estudiar la Teoría de la Aproximación. Esta rama de las matemáticas tuvo un notable crecimiento a partir de la Segunda Guerra Mundial y la aparición de las computadoras. En la actualidad, si bien los cálculos que hacen los grandes centros de investigación son realizados por computadoras, estas no dan una respuesta exacta.
“En casi todas las ciencias aparecen ecuaciones que se necesitan resolver, pero la mayor parte del problema real es que la solución exacta es muy difícil de encontrar”, destaca respecto a dicha teoría. Por ello, su labor en ese campo consiste en buscar métodos que proporcionen un resultado aproximado a la solución.
Derivado de sus investigaciones, ha publicado dos libros bajo el sello Birkhäuser, el cual forma parte de la reconocida firma mundial Springer Science+Business Media: Algebraic Approximation: A Guide to Past and Current Solutions (2012) y Bernstein Operators and Their Properties (2017). Asimismo, ha publicado cerca de 80 artículos de investigación y participado en más de 50 congresos internacionales.
Además de esta línea de trabajo, en las matemáticas actuales existen muchas subdisciplinas. Durante su trayectoria como docente de posgrado, el investigador mexico-cubano ha identificado la topología y la modelación matemática como las áreas teóricas más recurrentes que eligen los estudiantes; en el ámbito de la práctica, la probabilidad y la estadística. En el caso de su investigación, afirma que prefiere el trabajo teórico a la vinculación con la industria.
Una mejor formación… para docentes
El problema del aprendizaje en la educación ha sido una constante a lo largo de los últimos años. “Mi experiencia me dice que la mayor parte de los estudiantes que entran de la preparatoria a la universidad no están bien preparados; no sólo en ciencia, ni siquiera en letra, en historia... la preparación es mala a la hora de entrar a las universidades”, señala Bustamante.
Esta situación no termina una vez que los estudiantes egresan de las licenciaturas, sino que se complica cuando intentan matricularse en un posgrado. En el caso de los programas de maestría y doctorado de la FCFM, se realizan pruebas de ingreso que lo evidencian: “En los últimos años, más de la mitad de los aspirantes que se presentan al examen no lo pasan. Eso dice que no tienen la preparación suficiente para empezar a dedicarse a investigar”.
En este sentido, un país ideal debería contar con una mayor inversión en educación e investigación, asevera. En el caso de la segunda, su desarrollo suele estar vinculado al ámbito industrial no únicamente en México, sino en el mundo entero. Cada vez más existen centros de investigación auspiciados por empresas que tienen como fin crear nuevos productos y mejorar los ya existentes. Este trabajo, enfocado usualmente a disciplinas modernas como la nanotecnología y la biomedicina, requieren de recursos humanos altamente capacitados, los cuales son formados en las instituciones de educación superior.
“Si un país quiere competir a nivel internacional, forzosamente debe invertir en investigación”, señala.
Desde esta perspectiva, cobra mayor valía el compromiso social de la universidad pública: “sin las universidades públicas no habría realmente un progreso en el país, porque las universidades privadas suelen estar más interesadas en los problemas de ellos y no en los de la sociedad.
Yo espero que algún día todos los profesores en México, de las primarias y las secundarias, tengan al menos un título de licenciado. Que tengan una mejor formación para que puedan educar mejor a los estudiantes”.