- Encabezó la lista de los seis representantes de la delegación del estado de Puebla que participó en este concurso nacional
A pesar de ser un año inusual, para José Francisco Antonio Balderas, estudiante de la Preparatoria Regional Enrique Cabrera Barroso de la BUAP, con sede en Tecamachalco, 2020 es un periodo de logros. Recientemente obtuvo medalla de plata en la XXXIV Olimpiada Mexicana de Matemáticas y el pasado mes de enero se posicionó en el segundo lugar del Tercer Concurso Nacional de Matemáticas Carl Friedrich GAU55.
En esta ocasión, por la actual contingencia sanitaria, el concurso en el que participaron alrededor de 186 jóvenes del país se realizó de manera virtual con la aplicación de los exámenes los días 11 y 12 de noviembre. Cada día se proporcionaron tres problemas y 4.5 horas para resolverlos; son preguntas abiertas sobre temas de geometría, teoría de números, combinatoria y álgebra, entre otros.
Para presentar estas pruebas, José Francisco acudió a la preparatoria de la BUAP, siguiendo los protocolos de seguridad. “Puedo decir que fue un examen diferente, debido a que había nuevos protocolos, pero no tuve ninguna dificultad mayor”.
El estudiante del quinto semestre, quien planea estudiar Matemáticas, encabezó la lista de los seis representantes que integraron la delegación del estado de Puebla, para competir a nivel nacional en esta olimpiada. Fue su segunda participación en este concurso, la primera tuvo lugar cuando cursaba el primer año de preparatoria.
En cuanto a su preparación, Antonio Balderas mencionó que tras pasar la primera etapa acudió a asesorías en la Facultad de Ciencias Físico Matemáticas de la Institución. “Asistí a los entrenamientos todos los sábados, hasta que se cancelaron por la pandemia. Después entrené solo, a veces con los trabajos que nos enviaba el profesor que da los entrenamientos (el delegado estatal)”.
Para José Francisco las Matemáticas son un pasatiempo: “Te ayudan a resolver problemas y a pensar de manera más razonada. A muchos les interesan sus aplicaciones en distintas áreas, como la ingeniería; a mí realmente me gustan porque son divertidas y me entretengo resolviendo problemas”.
Por eso, desde que conoció esta ciencia formal y sus concursos fue inevitable considerarla su futura carrera de estudio, porque le permite aprender cosas nuevas. “Siempre hay algo nuevo que aprender y siempre es más y más interesante”.