- Durante la Conferencia de la Asociación Internacional de Universidades, AIU 2019
Ante los desafíos que enfrenta la educación superior por la complejidad de las sociedades actuales, cuatro investigadores de instituciones nacionales y extranjeras participaron en el panel “Repensar la educación superior en un mundo en transformación”, espacio en el que externaron su visión de hacia dónde se deben dirigir los esfuerzos de las universidades, con base en experiencias de diferentes regiones del mundo.
Jesús López Macedo, director General de Vinculación Estratégica de la Asociación Nacional de Universidades e Instituciones de Educación Superior, ANUIES, habló del panorama educativo en México y de los retos a futuro relacionados con la calidad y el aseguramiento de la relevancia de los programas académicos.
A pesar de las condiciones de pobreza en el país, el sistema educativo ha tenido un progreso significativo desde el año 2000; por ejemplo, la tasa de matrícula de ese año fue del 18 por ciento y para 2018 del 40 por ciento, lo que significa que el número de estudiantes de educación superior pasó de 2 millones a 4.2 millones en ese lapso, señaló.
Asimismo, mencionó que entre las acciones a futuro se encuentra el mejoramiento de la educación secundaria para proporcionar acceso equitativo a la educación superior, el mejoramiento de los apoyos financieros a estudiantes, mitigar la desigualdad de acceso y, a través del programa nacional de becas, aumentar la probabilidad de acceso y graduación oportuna, entre otras.
Por su parte, Raquel Ismara León de la Rosa, investigadora de la Facultad de Administración de la BUAP, trató el tema de la educación superior sobre la crisis del antropoceno; un repensamiento de las tendencias tecnológicas y de los objetivos de desarrollo sostenible, a partir del panorama que se vive con respecto al incremento global en la extracción de recursos, que fue de 65 billones de toneladas en 2010 y será de 82 billones de toneladas en 2020, la volatilidad en precios estratégicos de materias primas, la seguridad alimentaria en riesgo, crisis económica y cambio climático, entre otros problemas.
En este sentido, resaltó que la educación juega un papel importante dentro de un modelo cooperativo (junto con la sociedad y la industria), un rol transformador, de modo que involucre una nueva mentalidad más allá del excepcionalismo humano, la adquisición de conocimiento y un pensamiento integrado que englobe nuevos valores y comportamientos responsables con las fuerzas geofísicas, así como otras acciones.
A su vez, Keri Facer, de la Universidad de Bristol, en el Reino Unido, reflexionó sobre la importancia de que en las instituciones se reflexione acerca de la complejidad y el dinamismo de crear futuros sostenibles, para centrarse en el desarrollo de una universidad sabia, liderando el cambio a múltiples niveles dentro de la institución: material, estructural, epistemológico y mítico.
El material se refiere a un campus viviente, en el que se puedan cultivar alimentos, que sus edificios no contaminen y que mida su impacto académico en encuentros significativos; el estructural emplea gente y trabaja con compañías locales con el fin de construir una igualdad social e inclusión.
El nivel epistemológico se basa en programas interdisciplinarios que apoyen a estudiantes para que se involucren con la complejidad y permitan al personal aprovechar la experiencia de múltiples campos. Por último, el mítico desarrolla procesos que permiten a los estudiantes encontrar su lugar junto a otras personas en el mundo para desarrollar sabiduría.
Por su parte, Barnabas Nawangwe, vicerector de la Universidad Makerere, en Uganda, África, habló sobre repensar la educación superior en un mundo cambiante, desde una perspectiva africana. Entre las intervenciones estratégicas en esta institución se encuentran la política y estrategia a distancia y de aprendizaje en línea, la inversión en desarrollo de personal, la investigación y desarrollo de capacidades (subvenciones y oficinas de gestión), la política en innovación e investigación, acciones afirmativas y las asociaciones públicas-privadas en capacitación.
Con respecto a las iniciativas regionales africanas en educación superior dio a conocer que se cuenta con la Asociación de Universidades de Investigación en África, que reune a 18 instituciones; el Foro de Universidades Regionales para el Desarrollo de Capacidades en Agricultura; el Consorcio de Formación en Investigación Avanzada en África; y los Centros Africanos de Excelencia.
Dicho panel formó parte de las actividades de la Conferencia de la Asociación Internacional de Universidades, AIU 2019, Transformar la educación superior para el futuro, espacio en el que especialistas de 184 universidades de 67 países analizan perspectivas, transformaciones y retos para mejorar la calidad académica en las instituciones de educación superior.