- El estudiante de la BUAP ha tenido la oportunidad de difundir su lengua materna en contextos nacionales e internacionales
Aprender una segunda lengua no es tarea sencilla. Para algunas personas, dominar un idioma distinto al materno en contextos escolares o profesionales puede tomar años de práctica constante. Para Alex Mateo Santiago Cortés, estudiante de la Licenciatura en Urbanismo y Diseño Ambiental, esta ha sido una labor de toda su vida. Criado por sus padres y su abuela, el joven tuvo la oportunidad de aprender a la par el español y el tutunaku, lengua indígena con una fuerte presencia en el norte del estado de Puebla.
Durante su infancia, Alex Mateo cursó la educación básica y media superior en Dimas López, Olintla, municipio poblano del cual es originario, y más tarde su licenciatura en la Facultad de Arquitectura de la BUAP. Durante esta etapa ha tenido la oportunidad de participar en proyectos que no solo lo han enriquecido profesionalmente, sino que le han dado la pauta para vincular la cultura y lengua con las que creció.
Una muestra de ello es la movilidad académica que realizó en el periodo Primavera 2018 a la sede Bogotá de la Universidad de la Salle. En aquella ocasión cursó asignaturas en el Pregrado en Urbanismo. Asimismo, durante su etapa de universitario ha sido acreedor a un curso intensivo de francés que tuvo lugar en París, por parte del Gobierno del Estado de Puebla, y además se certificó en Materia de Justicia para los Pueblos Indígenas en la Universidad Intercultural del Estado de Puebla, ubicada en Huehuetla.
En la actualidad realiza una propuesta de ordenamiento ecológico para su municipio natal, como parte de su proceso de titulación. A partir de todas estas experiencias, reconoce que su labor como próximo urbanista no se encuentra desvinculada de la defensa de los derechos de los indígenas tutunaku: “hoy en día, en las ciudades se viven muchos problemas y las personas que no saben hablar español se vuelven vulnerables ante esta situación, ya que son culpadas por delitos que no cometieron”. Así, está convencido de que “todas las personas que vivimos en esta sociedad somos iguales ante la ley, de modo que nadie debe ser menospreciado”.