Hablar náhuatl para no olvidar: Pedro Ortiz Cabrera
- El estudiante de la BUAP es uno de los pocos miembros de su familia que aún domina esta lengua
De acuerdo con datos del INEGI, las lenguas indígenas con mayor número de hablantes en el estado de Puebla son el náhuatl, el totonaco, el popoloca y el mazateco. Por este motivo, no es extraño encontrarse en la geografía de la entidad con sitios como Naupan, municipio ubicado en la Sierra Norte de Puebla cuyo nombre, proveniente de voces nahuas, significa “sobre cuatro ríos o aguas”. La presencia de este código lingüístico no solo se mantiene en la denominación del territorio, sino que continúa vivo en la voz de los hablantes, como Pedro Ortiz Cabrera, estudiante de la Licenciatura en Administración de Empresas de la BUAP, quien emplea el náhuatl para comunicarse.
Originario de Copila, una localidad ubicada a casi 8 kilómetros de la cabecera municipal, Pedro aprendió a la par náhuatl y español. Sin embargo, la herencia familiar de esta lengua -cuyo origen data de hace más de 4 mil 500 años- se detiene en su generación, ya que solo él, sus hermanos, padres y abuelos son los únicos de ambas ramas familiares que aún la emplean: “todos mis tíos -ya sea por parte de papá o de mamá- salieron a las ciudades y pues de ahí ya nadie lo habla. De toda la familia de mi papá y de mi mamá, somos los únicos que seguimos hablando náhuatl”.
A pesar de la necesidad de migrar a la capital poblana para comenzar su educación superior, reconoce que en la ciudad ha conocido a bastantes personas que hablan alguna lengua indígena e incluso a algunos que hablan náhuatl. Además de asistir a un curso de este idioma que ofertó la Dirección de Acompañamiento Universitario, Pedro afirma: “cuando hablo a mi casa, siempre hablo en náhuatl para no olvidar”.
Asimismo, en el ejercicio laboral que lleva a la par de la carga académica universitaria, se ha encontrado con estudiantes de otras licenciaturas de la BUAP que hablan la misma lengua, pero que provienen de distintos lugares. En la interacción lingüística, ha podido apreciar las diferencias léxicas y fonéticas que hacen del náhuatl una de las lenguas más diversas de México: hasta la fecha se han reconocido 30 variantes dialectales en todo el país.
Sobre las acciones que considera pertinentes para dar continuidad al Año Internacional de las Lenguas Indígenas, Pedro no solo señala la importancia de instaurar una materia de lengua indígena en la educación básica, sino también que esta sea impartida por hablantes nativos de la lengua con un bagaje didáctico suficiente para garantizar la enseñanza adecuada.