Gracias a investigación BUAP se obtiene glicerina de alta pureza
- Investigadores del ICUAP desarrollaron un método de refinación, directo y de bajo costo, con lo cual resolverán una problemática ambiental
La producción de biocombustibles, entre estos el biodiésel, constituye una fuente atractiva de energía. No obstante, algunos de los subproductos generados resultan altamente contaminantes, entre estos la glicerina. Por cada tonelada de biodiésel se producen alrededor de 100 kilogramos de glicerina en forma de pasta, la cual es arrojada directamente al medio ambiente y se convierte en una fuente de contaminación, al degradarse en alrededor de 20 años.
Para contrarrestar esta problemática ambiental y aprovechar este subproducto como materia rentable de otros procesos industriales, investigadores del Instituto de Ciencias de la BUAP, liderados por la doctora María Graciela Yasmi Reyes Ortega, desarrollaron un método de refinación, directo y de bajo costo, para obtener glicerina de grado espectroscópico, llamada así por su alta pureza.
Para ello realizaron extracciones con diferentes disolventes grado reactivo para lograr el mejor sistema que eliminara el mayor porcentaje de contaminantes y otras sustancias, como biodiésel, agua, hidróxido de sodio, sales inorgánicas y aceites.
Tras realizar estudios físicoquímicos, determinar constantes de solubilidad y los disolventes óptimos, así como las proporciones adecuadas, los investigadores del Cuerpo Académico 261 “Investigación Química Básica, Teórica y Experimental. Su enseñanza y divulgación con propósitos de sustentabilidad” concluyeron que la acetona es un excelente disolvente económico para obtener glicerina purificada. Una vez separada del biodiésel, se filtra con carbón activado de bajo costo para eliminar impurezas, como olor y color.
Generalmente, los procesos de purificación de este compuesto se realizan por destilación, lo cual involucra el uso de torres de gran tamaño y con altas temperaturas. Lo anterior le confiere un costo elevado al producto final, motivo por el cual no es rentable su purificación.
En cambio, la metodología desarrollada por académicos de la BUAP es barata, viable y sin riesgos, puesto que se realiza a temperatura ambiente y con disolventes económicos, destacó Reyes Ortega.
En busca del disolvente adecuado
Cada aceite tiene diferentes cadenas de ácidos grasos unidos a la glicerina y formando una grasa o aceite. Entonces, de acuerdo con el tipo de aceite tendrá una glicerina más pura o más contaminada. También, dependiendo del aceite o grasa utilizado para la obtención de biodiésel, es el disolvente a utilizar, para lograr una óptima extracción.
“Es el mismo procedimiento, pero no son los mismos disolventes, ya que algunos ácidos grasos libres y los jabones derivados en el proceso de obtención del biodiesel son contaminantes y es difícil separar la glicerina de esta mezcla. Por ello, estamos determinando el tipo de disolventes a utilizar”, aclaró Yasmi Reyes Ortega, doctora en Ciencias Químicas por la UNAM.
Ahora, el trabajo de los investigadores del ICUAP se centra en generalizar este método de purificación de glicerina y evaluar su aplicación en los procesos industriales. Asimismo, en diseñar un equipo piloto a escala industrial con miras a comercializar los resultados de su investigación.
Además, la responsable del Laboratorio de Química Inorgánica del Centro de Química comentó que para mejorar este procedimiento de purificación se prueban diferentes carbones activados, con el fin de obtener el óptimo de más bajo costo. “El objetivo es tener una pureza máxima al menor precio para que sea rentable su extracción”. La glicerina de alta pureza tiene un alto costo y gran demanda en la industria farmacéutica, cosmética y alimenticia, por mencionar algunas.