- El objetivo es administrar mejor el agua utilizada en los cultivos y ahorrar con el uso de un mecanismo económico
Estudiantes de la Facultad de Ingeniería Agrohidráulica de la BUAP desarrollaron un sistema de automatización de riego en invernadero, que permite administrar mejor el agua, ahorrar hasta un 30 por ciento, y hacer más eficiente este proceso de irrigación, al activarlo desde un celular o una computadora.
Óscar Iván Alfonso Ruiz y Aarón Ventura Marcelo son los jóvenes que realizaron este proyecto basado en un sistema SCADA (Supervisión, Control y Adquisición de Datos), el cual se utiliza para controlar procesos de forma automática. Fueron asesorados por Guillermo Pérez Marroquín, profesor investigador de esa unidad académica.
“Utilizamos sensores que proporcionan información sobre los niveles de humedad y temperatura en un invernadero. Esta información es proyectada en una interfaz gráfica que diseñamos para que pueda ser observada de forma sencilla y práctica desde una aplicación”, destacó Óscar Alfonso.
A través de los indicadores mostrados en la app, el agricultor verifica el porcentaje de humedad de los tratamientos de los cultivos, de modo que si alguno está muy bajo pueda activar la bomba de riego, de forma automática desde el celular, o manualmente si lo prefiere, así como modificar la temperatura y activar la ventilación.
Asimismo, si se quiere conocer el promedio de los sistemas radiculares (conjunto de raíces de una misma planta), los sensores se colocan en medio para obtener los valores de humedad específicos, ya que en esta zona el agua es más aprovechable para los cultivos.
Aarón Ventura detalló que de este modo se asegura que el agua sea administrada en tiempo y forma, lo que garantiza el bienestar de la planta y evita que sufra un estrés, aunque el encargado se encuentre a kilómetros de distancia.
Guillermo Pérez refirió que si bien existen sistemas similares en el mercado, estos tienen precios muy altos que no siempre están al alcance de los productores, mientras que el sistema que desarrollaron puede ser adquirido a un costo muy bajo.
“Con una inversión de 2 mil 500 pesos podemos implementar este sistema, con tres sensores, en una hectárea, mientras que sólo un sensor profesional, de los que existen en el mercado, puede costar hasta 2 mil 600 pesos. Si le agregamos las electroválvulas, elevadores y controladores el precio se eleva hasta 5 mil pesos”, informó Alfonso Ruiz.
A partir de la base de datos creada por los universitarios es posible hacer mejoras en lo que respecta a las frecuencias de riego y generar un ahorro de hasta 30 por ciento de agua, al utilizarla de forma óptima, además de que permite que los agricultores economicen su tiempo y puedan realizar otras actividades.
Como una segunda etapa del proyecto, se planea llevar a cabo un análisis del suelo para determinar la capacidad de retención de agua y cuáles son los rangos en los cuales una planta comienza a estresarse por falta de hidratación.
A la fecha, los universitarios han hecho pruebas de este sistema en cultivos de frijol en invernaderos de la Facultad de Ingeniería Agrohidráulica. Pronto prevén comenzar a trabajar con agricultores de comunidades cercanas.
Otro plan a futuro es implementar sensores que indiquen la cantidad de nutrientes presentes en el suelo, que señalen el tiempo necesario para aplicar fertilizantes, e incluso detectar la presencia de plagas y enfermedades en los cultivos.