- Destacaron la importancia de la inclusión del criminólogo en la toma de decisiones sobre políticas pública
De acuerdo con el ranking elaborado por el Consejo Ciudadano para la Seguridad Pública y la Justicia Penal A.C, de las diez ciudades más peligrosas del mundo cinco son mexicanas. Ante este escenario, especialistas de Chile, México y España plantearon la relevancia de incorporar a los criminólogos en la elaboración de políticas públicas y las leyes, así como en la toma de decisiones en los tres niveles de gobierno, para crear estrategias que contribuyan a resolver los problemas de violencia e inseguridad.
Durante el foro Desafíos Contemporáneos de la Criminología, realizado en la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales (FDCS), Erick Gómez-Tagle López, investigador de esta unidad académica, señaló que gran parte de la formación del criminólogo está centrada en la delincuencia común, cuando en nuestro país se requiere de profesionistas que cuenten con un enfoque de análisis hacia la delincuencia organizada.
En el auditorio de la FDCS, el experto subrayó que estos especialistas deben tener la capacidad de estudiar temas específicos, como la estructura organizativa, formas de operación, mercados ilícitos explotados, inteligencia financiera, símbolos y mensajes, productividad criminal, y riesgos a la seguridad pública y nacional.
“Es importante que también logremos incorporar en el programa académico materias como economía de la delincuencia, en las que analicemos la racionalidad estratégica-empresarial que permite que algunos de los grandes narcotraficantes sean de los personajes más ricos del mundo y así comprendamos toda la infraestructura operativa, porque solamente de esa manera se podrá desmantelar”, expresó.
Asimismo, informó que en México existe un gran fanatismo por la narcocultura, la cual se representa a través de medios como series de televisión, películas, música y estilos de ropa, conductas que en lugar de ser reprobadas son fomentadas en la sociedad, algo que debe ser analizado desde la psicología social para entender la forma en la que se concibe la participación de la delincuencia organizada.
Por su parte, Paz Velasco de la Fuente, profesora de la Universidad Internacional de Valencia, en España, señaló que la labor de los criminólogos se debe incluir no solo dentro de la política criminal de cada estado, sino en organizaciones, instituciones, centros penitenciarios y escuelas.
“La figura de este profesionista debe pasar a formar parte de la prevención, la reeducación y la resocialización del delincuente, así como intervenir de forma activa en el tema de la delincuencia”.
A su vez, Marcelo Meriño Aravena, investigador de la Universidad Pedro de Valdivia, en Chile, dijo que hace falta una mayor y mejor capacitación por parte de los profesionales que intervienen en un sistema criminal, ya que existe una serie de errores y falta de información entre las prácticas e investigaciones llevadas a cabo.