- Para Fabián García, el Año Internacional de las Lenguas Indígenas es una ‘llamada de atención’ para los gobiernos del mundo
De acuerdo con datos del INEGI, Oaxaca es la entidad federativa con mayor número de hablantes de lenguas indígenas a nivel nacional, ya que el 32.2 por ciento de su población domina alguno de los idiomas originarios del país. Uno de ellos, el jmi’ -conocido como chinanteco- es oriundo de la zona noreste de dicho estado, específicamente de un territorio que ha sido denominado Chinantla.
En esta región se localiza la comunidad de San Miguel Maninaltepec, lugar de origen de Fabián García Ramírez, estudiante de la Facultad de Ciencias de la Comunicación y hablante de una de las once variantes dialectales reconocidas hasta ahora del jmi’. Este estudiante, quien lleva varios años viviendo en Puebla sin tener a alguien con quien practicar su lengua materna, no ha conocido durante su trayectoria académica la educación bilingüe que garantiza la Ley General de los Derechos Lingüísticos de los Pueblos Indígenas (LGDLPI):
“El país –supuestamente- debe proporcionar educación bilingüe para las comunidades indígenas. En mi caso, no la hubo: jamás conocí un libro en chinanteco. Toda mi educación fue en español, todos los libros de texto fueron en español y ya en mi comunidad, con mis padres, con mi familia fue que practicaba chinanteco”, relata.
Aunado a ello, considera que una formación universitaria, como la suya, puede sumar a la creación de contenido mediático en lenguas nacionales, otra de las garantías planteadas en la LGDLPI. “Existe una audiencia indígena monolingüe que también tiene el derecho de recibir información a través de sus medios y su idioma”. En el caso del jmi’, si bien hasta el 2010 el INEGI reportó la existencia de 133 mil 438 hablantes, una de sus variantes dialectales, el chinanteco central bajo, solo se habla en un municipio y está en alto riesgo de desaparecer.
Asimismo, el casi egresado de la Licenciatura en Comunicación, a pesar de considerar importante la conmemoración de un Año Internacional de las Lenguas Indígenas, está consciente que son la reeducación y las acciones con seguimiento, las herramientas necesarias para generar un cambio efectivo en el estado de las lenguas indígenas mexicanas: “es una llamada de atención para todos los gobiernos del mundo y decirles 'reconozcamos, incluyamos, valoremos las lenguas, promovámoslas'.
En este marco se hacen muchas cosas, pero que no solo quede en eso; que no solo quede en cuestiones de conmemoraciones y celebración, sino que sean acciones continuas: que haya algo que tenga seguimiento y que esté presente en nuestras vidas siempre”.